Pemex se rescata solo… con ayuda de todos
Fecha: 5 de agosto de 2025
Después de décadas de saqueo disfrazado de “modernización”, donde los gobiernos anteriores trataron a Pemex como si fuera su cajero automático privado —endeudándola hasta las cejas y exprimiéndola fiscalmente como si fuera vaca lechera en huelga—, la petrolera más importante de México por fin tiene algo que no había tenido: un plan integral.
Y no, no es un power point lleno de promesas huecas. Esta vez, Hacienda, Energía y la propia Pemex decidieron sentarse en la misma mesa sin pelear por la silla. Coordinados, revisaron hasta el último número, pozo y barril de la empresa. ¿El resultado? Una estrategia de rescate con una visión a diez años, del 2025 al 2035, para dejar de ponerle curitas a una empresa que había sido desangrada.
La PresidentA —que, dicho sea de paso, es doctora en Ingeniería en Energía— lo explicó con orgullo académico y vocación de cirujana energética: Pemex va a sobrevivir y florecer, con inversión, visión y una nueva lógica fiscal. Hacienda, antes verdugo, ahora es aliada. El nuevo Derecho Petrolero para el Bienestar baja el impuesto de Pemex al 30% (y al 12% en gas natural), dándole espacio para respirar, invertir y planear el futuro.
Porque sí, hasta 2018, Pemex financiaba al Estado y al saqueador en turno. En 2008 debía 43 mil millones de dólares; para 2018, la deuda era de 105 mil millones. Una orgía de deuda, sin inversión productiva a cambio. Hoy, en cambio, la meta es que para 2030 la deuda esté 26% por debajo de ese nivel, y que en 2027 la empresa no necesite ni un centavo de Hacienda.
Pero claro, primero hay que pasar el trago amargo de 2025 y 2026, años donde se concentran los vencimientos más duros de la deuda. En ese par de años, Hacienda sí meterá mano al rescate. Y después… Pemex, solito. Autonomía financiera y operativa. O eso dice el libreto.
Ah, y por si faltaban buenas noticias: Fitch, la famosa calificadora con la personalidad de un contador amargado, decidió subirle la nota a Pemex por primera vez en más de diez años. Milagro de los mercados o simple sentido común. Dos escalones arriba: de B+ a BB. La fe bursátil resucita, al parecer.
El plan incluye inversión productiva, reducción del pasivo, consolidación financiera y… sí, hasta apertura a nuevos negocios no petroleros. Es decir, Pemex podría dejar de ser un dinosaurio cansado y convertirse en un T-Rex con MBA.
¿Será? El camino es largo. Pero por primera vez, parece que Pemex no solo se salvará… también podría empezar a valer la pena.
Y aquí es donde la inteligencia artificial y la estupidez humana se unen para opinar
Tuvieron que pasar décadas de saqueos, sobreprecios, y politiquería para que Hacienda y Pemex se dieran la mano. El petróleo huele a futuro… siempre y cuando no lo maneje un exgobernador priista con sueños de refinería.
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