Duarte, la presa y el sistema podrido
Se robó hasta el río
Columna de “La Mañanera de Hoy” – 28 de mayo de 2025
¿Por qué deberías leer esto?
Porque César Duarte representa todo lo que está mal con el viejo sistema político mexicano. Porque este no es un caso nuevo, pero sí uno que hiede cada vez que vuelve a salir a la superficie. Y porque si puedes construir una presa ilegal en tu rancho, desviar 700,000 metros cúbicos de agua, y aún así conseguir un amparo para que no te toquen ni una piedra… entonces la justicia no está rota. Está secuestrada.
Esto es lo que Claudia dijo en la mañanera
La presidenta Claudia Sheinbaum fue directa: el caso Duarte no es solo un delito ambiental, es una radiografía moral del poder impune. La Comisión Nacional del Agua descubrió una presa construida ilegalmente dentro de un rancho de César Duarte, exgobernador de Chihuahua, capaz de retener el agua de un río en un estado afectado por sequía extrema.
¿El resultado? Una denuncia penal del gobierno federal… y un amparo exprés otorgado por la jueza Madhay Soto. Es decir: Duarte, una vez más, gana tiempo desde la comodidad de sus conexiones judiciales.
El perfil que muchos olvidan (o fingen no conocer)
César Duarte gobernó Chihuahua entre 2010 y 2016 bajo el PRI de Peña Nieto. Su currículum de escándalos incluye:
- Desvío de más de 6,000 millones de pesos del erario.
- La famosa Nómina Secreta, con pagos ilegales a políticos y operadores.
- Participación directa en la Operación Safiro, un esquema de triangulación para financiar campañas del PRI.
- Compra de múltiples ranchos con prestanombres.
- Exilio cómodo en EE.UU. con retrasos, dilaciones y excusas legales para evitar su extradición.
Hoy, tras múltiples acusaciones, sigue en libertad condicional y recibiendo favores judiciales con el sigilo de quien todavía goza de fuero invisible.
Y aquí es donde la inteligencia artificial y la estupidez humana se unen para opinar…
Construir una presa ilegal en un rancho comprado con dinero público, en un estado con escasez de agua, y luego usar al Poder Judicial para protegerla, es una postal de lo que ha sido este país.
La presa es literal. Pero también es simbólica: representa cómo Duarte, y muchos como él, acumulan privilegios donde otros no tienen ni agua.
El amparo es más que una herramienta legal: es el botón de pausa que la clase política usa para no rendir cuentas.
El gobierno ya denunció, la demolición está suspendida, y Duarte sigue libre. Mientras tanto, jueces, exgobernadores y un sistema oxidado se tapan entre sí como si fueran parte de la misma represa.
Y si después de todo esto, César Duarte sigue con agua embalsada y sin rendir cuentas, el mensaje es claro:
En México no se roba el agua… se le da amparo.
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