El ariete perfecto
El ariete perfecto
Columna de “La Mañanera de Hoy” – 26 de mayo de 2025
¿Por qué deberías leer esto?
Porque a una semana de las elecciones del Poder Judicial, el gobierno enfrenta no solo a la oposición formal, sino a un viejo conocido: la CNTE. Porque los datos sobre pensiones, aumentos salariales y cobertura educativa no están calando en la calle. Y porque el paro magisterial no es solo un paro: es una señal de que la campaña no está en las urnas, sino en las plazas.
Esto es lo que Claudia dijo en la mañanera:
La presidenta Sheinbaum presentó avances en su programa de salud domiciliaria, saludó el cierre de su segunda gira nacional, y dio espacio a Mario Delgado para explicar, con números y láminas, cómo las reformas al sistema de pensiones benefician directamente a maestros y trabajadores del Estado.
El mensaje no fue casual. Delgado detalló la evolución de los salarios del magisterio y los efectos del Fondo de Pensiones para el Bienestar. Según sus cifras, un maestro que antes se jubilaría con una pensión de 4,320 pesos ahora lo haría con 16,000, gracias al complemento solidario.
Pero mientras la mañanera ofrecía gráficos y palabras, en las calles, la CNTE seguía exigiendo algo más directo: un aumento salarial del 100%. Sin matices. Sin margen de negociación.
El contexto que no se dijo, pero tú necesitas saber:
- La CNTE ha convocado paro indefinido y mantiene bloqueos en diversos estados, especialmente Oaxaca, donde el 95% de las escuelas detuvieron clases.
- La demanda central: aumento del 100% al salario docente. Una cifra que no es una propuesta, es una barrera.
- El momento no es casual: a siete días de la elección que podría reformar al Poder Judicial, la CNTE actúa como un ariete, no como un sindicato.
- No está claro quién financia o alienta la movilización con esa intensidad. Pero sí está claro a quién le sirve: a quienes quieren que el 1 de junio fracase.
Y aquí es donde la inteligencia artificial y la estupidez humana se unen para opinar…
Un aumento del 100% no es una exigencia: es una negativa con disfraz de demanda. Es como pedir que el sol salga por el norte y luego acusar al gobierno de traición cuando no lo logra.
La CNTE no está pidiendo negociar. Está diciendo “no se puede negociar”. Está cerrando la puerta a cualquier intento de respuesta racional. Y eso, en plena coyuntura electoral, los convierte en actores políticos, no sindicales.
La mañanera mostró un gobierno que quiere convencer con láminas y cifras. Pero esta protesta está en otro idioma. Uno que no entiende de PowerPoint ni de reformas.
¿Y ahora qué?
El paro sigue. La CNTE no se mueve. Y el gobierno no puede ceder a una demanda que destruiría cualquier equilibrio fiscal.
Esto no es una huelga. Es una trinchera. Y, para algunos, un ensayo general para sabotear el 1 de junio.
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