Jóvenes Construyendo el Futuro: inversión a largo plazo o solución parcheada
Columna de “La Mañanera de Hoy” – 17 de mayo de 2025
¿Por qué deberías leer esto?
Porque el gobierno volvió a poner el reflector sobre un programa que, le guste a quien le guste, es uno de los más ambiciosos en materia de política social:jovenes Construyendo el Futuro. Y porque hablar de jóvenes sin empleo ni escuela no es un tema estadístico: es una deuda nacional.
Esto es lo que Claudia dijo en la mañanera (vía su secretario del Trabajo):
Marath Baruch, secretario del Trabajo, presentó cifras que buscan mostrar el impacto del programa:
- Desde 2019, más de 3 millones de jóvenes han participado.
- El 60% son mujeres.
- 7 de cada 10 logran colocarse en alguna ocupación productiva después del año de capacitación.
- Se ha invertido un total de 139 mil millones de pesos.
El apoyo consiste en un pago mensual de $8,480 pesos (equivalente al salario mínimo) durante 12 meses, además de contar con cobertura del IMSS por riesgos, enfermedades y maternidad. Todo esto depositado directamente vía el Banco del Bienestar.
Además, el 88% de los centros de trabajo participantes creen que el programa ayuda a alejar a los jóvenes del crimen, y el 79% dice que contribuye a sacarlos de la pobreza.
Hoy se informó que se está dando especial atención a municipios con altos niveles de violencia, como Acapulco, Tijuana, León, Chimalhuacán y otros más. La lógica: prevenir desde las causas. Una idea que no es nueva, pero sigue siendo urgente.
Y aquí es donde la inteligencia artificial y la experiencia humana se cruzan para opinar…
Invertir en la formación de jóvenes nunca será un error. Ni gasto. Es, con todas sus fallas, una inversión que vale la pena.
Pero no basta con tener buenas intenciones y dinero depositado. El verdadero reto está en garantizar que esa capacitación se traduzca en empleos formales, sostenibles y bien remunerados.
Hoy se celebró que 7 de cada 10 egresados consiguen una ocupación, pero aún no sabemos cuántos de ellos están en el sector formal. ¿Quién los acompaña al día 366, cuando el pago termina? ¿Quién los protege de caer en empleos informales o sin derechos?
El programa tiene potencial, sí. Pero necesita evolucionar: pasar de “beca puente” a trampolín real hacia el empleo digno. Si no, seguiremos repitiendo el ciclo: jóvenes entrenados que después quedan otra vez en pausa.
¿Y ahora qué?
El próximo periodo de inscripción abre el 2 de junio. También habrá nuevas vinculaciones en agosto, octubre y diciembre. El presupuesto para este año es de más de 24 mil millones de pesos.
Y mientras la política del país gira con otras urgencias, cada joven que consigue una oportunidad a través de este programa importa. Pero cada joven que egresa sin un futuro claro también debería importarnos.
Jóvenes Construyendo el Futuro es un buen comienzo. El reto —como siempre— está en el después.
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