Rancho Izaguirre: La verdad que la FGR promete desenterrar

El Rancho Izaguirre, un enigma que estremeció a México, entra en una nueva fase bajo el control federal. Una libreta hallada por el colectivo Guerreros Buscadores señaló al “Comandante Lastra” como pieza clave del horror en Teuchitlán, y tras su detención el 20 de marzo de 2025, la FGR tomó posesión del lugar esta madrugada, según reveló Alejandro Gertz Manero en la mañanera del 25 de marzo. La PresidentA Claudia Sheinbaum avala una intervención que promete claridad para las víctimas tras meses de especulaciones.

La detención de José Gregorio Lastra Hermida, alias “Comandante Lastra”, por el Ejército y la Secretaría de Seguridad marcó un punto de inflexión. Vinculado a delincuencia organizada, su captura permitió a la FGR abrir una carpeta federal y asumir el caso. Esta madrugada, peritos y policía federal ingresaron al rancho, antes manejado por la Fiscalía de Jalisco. Gertz Manero ordenó resultados periciales públicos en días, un contraste con los seis meses de avances lentos. “Tomamos posesión para determinar la realidad”, afirmó, exigiendo a la Fiscalía local entregar pruebas y restos.

El camino no ha sido terso. Desde septiembre de 2024, la Fiscalía estatal enfrentó críticas por su gestión. Gertz invitó a los medios a visitar el rancho para transparentar el caso, pero la Fiscalía de Jalisco citó al colectivo de madres buscadoras una hora antes que la prensa, una jugada política para ensuciar el recorrido. “Ellos lo hicieron por su cuenta”, deslindó Gertz. El caos alimentó el golpeteo mediático, con titulares sensacionalistas que la FGR ahora busca desmentir con hechos.

La FGR tiene el rancho, las víctimas esperan respuestas, y el país observa. Con peritos en marcha y una promesa de transparencia, el caso Izaguirre podría dejar de ser un eco de rumores para dar paso a la justicia. La PresidentA apuesta a que esta acción federal silencie las dudas, pero todo depende de que los hechos hablen más fuerte que las sospechas. En Teuchitlán, la verdad empieza a desenterrarse, y las familias merecen que no vuelva a sepultarse.