PURAS MENTIRAS EN LA MAÑANERA DE HOY
13-Noviembre-2024

EL PEMEX DE PEÑA Y CALDERÓN.
“Está muy endeudado Pemex”, afirmó Sheinbaum, “pues sí, nada más que lo endeudaron en 10 años, en el periodo de Calderón y en el periodo de Peña”.
En la mañanera de hoy, la PresidentA Claudia Sheinbaum no se guardó nada al hablar sobre la situación de Pemex y cómo las políticas de las administraciones anteriores la dejaron en una crisis de deuda y dependencia.
El neoliberalismo y la deuda de Pemex
La PresidentA recordó cómo desde el gobierno de Salinas de Gortari se promovió la privatización de empresas estatales como una medida para sanear las finanzas públicas. Sin embargo, este periodo neoliberal resultó en una profunda crisis económica en 1994. Aunque Pemex y la CFE lograron mantenerse bajo control estatal, las políticas de contratismo durante las administraciones posteriores llevaron a una drástica pérdida de capacidades en Pemex.
“Es como cuando llega Salinas y dice: ‘Es que vamos a privatizar, vamos a sanear’. Se privatizaron prácticamente todas las empresas del Estado”, enfatizó Sheinbaum, destacando que estas políticas solo llevaron a mayores problemas y una crisis económica.
EL SUBE Y BAJA DE PEÑA.
La PresidentA también criticó la reforma energética de 2013 impulsada por Peña Nieto, que prometía fortalecer a Pemex sin aumentar la deuda. Sin embargo, la realidad fue otra. Durante estos años, la deuda de Pemex se disparó en un 129.5%, mientras que la producción de petróleo, gas y gasolinas disminuyó significativamente, y el país se volvió dependiente de importaciones de combustible.
“Entonces uno diría: ‘¡Ah, bueno!, aumentó la producción, las refinerías al máximo’. No… Bajó la producción de gas, bajó la producción de petróleo, comenzó a importarse gasolina de una manera tremenda en el país”, explicó Sheinbaum, resaltando los efectos negativos de la reforma.
Derecho petrolero para el Bienestar
Sheinbaum también anunció una nueva política para Pemex, donde la empresa solo pagará un derecho basado en su producción, conocido como Derecho Petrolero para el Bienestar. Este esquema permitirá a Pemex reinvertir sus ganancias en sus propias operaciones, manteniendo una carga fiscal clara y transparente. La PresidentA destacó que el propósito de este derecho es asegurar que los ingresos de Pemex beneficien a las mexicanas y mexicanos.
“Ahora Pemex va a pagar un solo derecho, muy transparente, que está principalmente asociado a su producción… este derecho va a permitir capitalizar a Pemex y usar sus ingresos para sus propias funciones”, detalló Sheinbaum.
Fortalecimiento y transparencia para Pemex
Gracias a la reciente reforma constitucional, Pemex podrá operar con mayor transparencia y eficiencia. Se reducirá el número de filiales y los mecanismos de gasto, lo cual evitará la complejidad burocrática y permitirá un mejor control sobre sus recursos. Sheinbaum aseguró que esta reforma ayudará a capitalizar y fortalecer a Pemex, permitiendo que la empresa cumpla con sus compromisos de deuda y pagos a proveedores.
“La integración de Pemex con transparencia en su contabilidad… va a ayudar todavía más a Petróleos Mexicanos”, comentó Sheinbaum, subrayando que el próximo año se espera ver una empresa más eficiente y enfocada en el bienestar del país.
OPINIÓN:
La mañanera de hoy dejó clara una cosa: la PresidentA Claudia Sheinbaum no se detendrá en su lucha por recuperar el control de Pemex y reencaminarlo hacia un futuro que beneficie a los mexicanos. Los años de deuda, privatización y “contratismo” dejaron una huella profunda en la empresa estatal y en la soberanía energética de México, una herida que Sheinbaum busca sanar con reformas y un enfoque renovado en la transparencia y la eficiencia.
Pero, ¿serán suficientes estas medidas para revertir décadas de abandono y malas decisiones?
El Derecho Petrolero para el Bienestar es, sin duda, un paso innovador y necesario. Sin embargo, el verdadero reto estará en que Pemex demuestre con hechos que puede ser rentable y eficiente sin caer nuevamente en las prácticas que solo favorecen intereses privados.
Hoy, más que nunca, es vital mantener la mirada crítica y atenta sobre los avances en esta transformación. Porque Pemex no es solo una empresa; es un símbolo de la independencia económica y del poder del pueblo. Recuperar y fortalecer Pemex es, en última instancia, una misión de soberanía y orgullo nacional.
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