De reversa Mami.

El camino del necio es derecho en su opinión; mas el que obedece al consejo es sabio.
Iniciamos con la reflexión de uno de los libros más leídos en la historia. Siguiendo la sabiduría popular, cambiar de opinión es de sabios, y el evento de esta mañana refleja precisamente eso. Ayer, en la mañanera, la Presidenta mencionó que esperaría los resultados oficiales de las elecciones en EE.UU. para emitir comentarios, pero hoy, en una pregunta similar, cambió su postura. Confirmó en redes sociales que ha felicitado al expresidente Trump y que tendrá una llamada con él esta misma mañana.
Ayer hice la felicitación, una vez que fue público el reconocimiento de la candidata, la vicepresidenta Harris, Kamala Harris, del reconocimiento de Trump, de tal manera —como el presidente electo, como el ganador de la elección en Estados Unidos— de tal manera, que ya no hacía falta esperar a los procedimientos de su Colegio Electoral, sino que ya había sido reconocido. Entonces en ese momento le felicitamos, y va a haber una buena relación.
O sea, cambió de oficial a reconocimiento público.
Siguiendo con los refranes popular: en boca cerrada no entran moscas.
Del ridículo a la traición a la patria.

¿Quién traiciona a la patria?
La PresidentA respondió hoy a la insistencia del líder del PAN, Marko Cortés, quien no solo felicitó a Donald Trump, sino que además lo llamó a intervenir para que México tipifique el “narcoterrorismo”. En esta postura, la PresidentA planteó una pregunta que bien podría resonar en la conciencia de quienes recuerdan la historia reciente de México: ¿Acaso esto no es una invitación abierta a la intervención extranjera? En palabras de la PresidentA, ”¿Está haciendo el ridículo o es un traidor a la patria?”.
O vamos a juntarlo: Está haciendo el ridículo y aparte, pues es traidor a la patria.
El Inconveniente Recuerdo de Genaro García Luna
En esta crítica, la PresidentA enfatizó que la postura de Cortés es una contradicción directa a la historia reciente del PAN y sus decisiones en seguridad nacional. Bajo el sexenio de Calderón, el PAN defendió políticas y figuras que, como Genaro García Luna —hoy sentenciado en EE. UU. por narcotráfico—, asumieron posiciones clave en la “lucha” contra el crimen organizado, solo para caer en las mismas redes que juraron combatir. Al pedir ayuda estadounidense para enfrentar un problema que, en parte, es resultado de la propia política panista, Cortés cae en un juego de cinismo o hipocresía, ya que aboga por “fortalecer” la seguridad nacional mientras ignora las fallas y vínculos de su propio partido en esa misma tarea.
Retórica sin Convicción
La PresidentA resaltó que esta insistencia del PAN en tipificar el narcoterrorismo parece más un intento desesperado por recuperar la confianza pública que una estrategia de seguridad genuina. De hecho, planteó que sus declaraciones pueden leerse como una invitación al intervencionismo, lo cual raya en la traición a los ideales de independencia nacional. Como dijo la PresidentA, “No es que vayamos a acusarlo, pero solo vean lo que dice el Código Penal respecto a traición a la patria”.
Aquí cabría otro refrán. “ Al buen entendedor pocas palabras”
Resabios de actitudes coloniales
En el fondo, la PresidentA destacó que esta postura del PAN refleja una mentalidad que subestima la capacidad del pueblo mexicano. Al recurrir a narrativas de dependencia hacia otros países, la PresidentA sostiene que estas posturas representan un resabio de actitudes coloniales, donde se percibe al pueblo mexicano como incapaz de enfrentar sus propios retos. Y aquí concluyó su reflexión: “México ha salido adelante con su propio esfuerzo y lo seguirá haciendo, pero nunca en contra de nuestro pueblo.”
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